THE SOUL OF GLASS

Vismaravetro tiene una larga historia detrás suyo hecha de gran conocimiento del vidrio, maestría tratándolo y capacidad de comprender y anticipar las tendencias.

Una tradición que tiene sus raíces en un pasado lejano: era en 1907 cuando Giuseppe Vismara iniciaba en Mariano Comense su aventura como representante de vidrios, cristales y espejos dando vida a una actividad que lo convertiría en padre de una Empresa que luego se ha transmitido de generación en generación, transformándose y evolucionando en realidad industrial productora de cabinas de ducha.

Nacida como Vetreria Elia Vismara en 1947, la Empresa elige como mercado de referencia el del mobiliario, coherentemente con la tradición industrial del territorio de Brianza, notoriamente conocido por su capacidad de fabricación de muebles.

Luego irrumpieron los años 70 y todo cambia. Nuevos estilos de vida pero sobre todo nuevos hábitos cotidianos: los italianos comienzan a preferir la más moderna y europea ducha, a la clásica bañera. Una revolución que encuentra a la Empresa preparada y que comienza así a producir cabinas de ducha, gracias a su específico know how sobre el vidrio.

Comienza la venta de cabinas de ducha, que sigue siendo el actual core business de la empresa. Un cambio de realidad, un nuevo producto a comercializar pero con un hilo conductor todavía ligado a las raíces: el amor por la transparencia y no solo por el vidrio. Transparencia en la producción, en la búsqueda de procesos operativos y productivos certificados, transparencia en las relaciones con los clientes y los empleados, transparencia en la comunicación al público. Transparencia, para permanecer coherentes con el propio ser.

En todos estos años la Empresa y sus personas han creado una realidad que ha sabido cambiar el propio mercado gracias al espíritu emprendedor, gran capacidad industrial, amor por la materia prima y su potencial, pasión por la estética y el diseño.

Características que con los años se han convertido en los pilares de un alma visionaria y pragmática.

Porque “se necesita alma en la tecnología para trabajar el vidrio”. Estas son las palabras de Elia Vismara hoy, que nos habla de la complejidad, de la nobleza y de la magia del vidrio: rígido y flexible, transparente pero capaz de poner barreras entre nuestro ser y el ruidoso mundo exterior.

Alma que se mueve con un propósito preciso: realizar cabinas de ducha de óptimo diseño y de excelentes prestaciones funcionales, con el objetivo más alto de dar a las personas algo que puede acompañarlas en el tiempo, también para la vida misma. No solo producto, por lo tanto, sino filosofía que va mucho más allá de una necesidad de consumo, y que es capaz de encender deseos más valorables.

Y sobre todo esto Vismaravetro ha creado su misión, que sienta las bases de su oficio artesano, la simbiosis entre tecnología y emoción.

Porque el vidrio requiere sensibilidad artesanal combinada con sofisticada tecnología, emoción y alma, frialdad y cálculo, artesanía e investigación.

Era una pequeña cristalería, pero fue llevada al futuro por su deseo de hacer, por la pasión y por las innovaciones que supo aplicar a su producto: creando espacios físicos acabados de pura emoción.

Todo esto y mucho más, en los rostros y gestos que narran el amor por la propia empresa en el nuevo vídeo Corporativo de la Empresa, que traduce en imágenes y palabras la unión entre el carácter humano y tecnológico de Vismaravetro.