Todos los componentes de cada cabina de ducha se envuelven conjuntamente con una película plástica y a continuación se colocan en una caja de cartón, realizada por una máquina formadora, a medida para cada modelo. Para evitar que quede suelto dentro de la caja y dar rigidez al conjunto, se colocan algunas piezas de poliestireno; a continuación se inyecta un espumógeno que se expande para rellenar los restantes espacios vacíos.
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