El esmalte cerámico o vitrificable, depositado anteriormente sobre la superficie, durante el proceso de temple se convierte en una misma parte del vidrio.
Esmalte vitrificable significa que, una vez que el vidrio ha sido sometido al proceso de temple, el esmalte depositado anteriormente sobre la superficie se convierte en una misma parte del vidrio.
Al convertirse en una sola cosa con el vidrio, el esmalte cerámico resulta indeleble a “ataques” mecánicos, como rayas, arañazos, etc…; a “ataques” químicos, como la limpieza con productos especialmente agresivos o ácidos; y a una alteración del color debida a la prolongada exposición a los rayos ultravioleta.
La impresión dura para siempre y no es posible eliminarla.